lunes, 7 de marzo de 2011

Mi amigo, el Fantasma. Parte III (My friend, the Ghost. Part III)



Hay muchos momentos memorables en este pequeño pueblo, sin importar los años. Aquella noche, metida en el saco de dormir, pensaba en silencio acerca de los detalles de mi misión secreta mientras el olor a tierra mojada y chimenea empapaban los rincones de la Casa Vieja.

Esa misma tarde, había descubierto que nuestra familia una vez había tenido una empresa de cine. ¡Qué cosas! ¡Que viva Saturnino Ulargui! Pero antes de poder celebrar semejante descubrimiento con un buen sueño, llego a mis oídos, un sonido poco natural.

¿El fantasma?

Me asome por la escalera. Todos mis tíos estaban en el salón charlando, así que ellos no eran. Si se trataba del espíritu, entonces más me convenía llevar un crucifijo a mano. Al volver a la habitación, todo estaba a oscuras. ¡Bonita faena!

Anda, un crucifijo. Parecía que me leyeran el pensamiento.

"Muchas gracias"
"De nada" Me contestó una voz afable salida de ninguna parte. De acuerdo, ahora sí se permitía soltar un fuerte grito. Y no dudéis que lo solté.

There are many memorable moments in this small town, regardless of years passed. That night, tucked in a sleeping bag, I thought in silence about the details of my secret mission while the smell of wet earth and fire drenched all the corners of the Old House.

That afternoon, I had discovered that our family once had a film company. What a surprise! Cheers for Mr. Saturnino Ulargui! But before I could celebrate this discovery with a good sleep, an unnatural sound came to my ears.

The ghost?

I peered down the stairs. All my uncles were in the room talking, so they were not. If it was the spirit, then it was best for me to carry a crucifix in hand. Returning to the room, everything was dark. Just great!

Hey look! A crucifix. He seemed to read my thoughts.

"Thank you"
"Nothing" Answered a gentle voice out of nowhere. Okay, now we are all allowed to release a loud cry. And do not doubt that I let out a big one that night.

1 comentario:

  1. Tercera parte y nuestro primer encuentro con el fantasma. Saturnino U. fue dueño de una importante empresa cinematográfica y sí, hubo un tiempo en el que eramos tantos en la Casa Vieja que dormiamos con sacos de dormir.

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