El Club de la Rosa Negra (The Noir Rose Club)



Soy el destino que convoca a todos los que aman
mar único al que vendrán todos los radios amantes
que buscan su centro, rizados por el círculo
que gira como la rosa rumorosa y total
.”
Vicente Aleixandre. Soy el Destino


Estimado amigo:

En estos muchos años que no nos hemos visto, he regresado al lugar donde nuestra imaginación nos mostró el mayor misterio de nuestras vidas y aún late con fuerza bajo las telarañas, polvo y oscuridad

El instante en que los operarios volvían alzar la gigantesca lámpara de araña, supe que el momento era el indicado para sacar las sombras de nuestra hermosa historia.


Sin importar la distancia o tal vez si no te acuerdas, ahora escribo estas líneas en pos de quedar en paz con los años pasados, con todas aquellas mentiras y equívocos. Ahora puedo usar la máquina de escribir para algo más que para estar mandando cartas a los muchos admiradores que tratan de tener noticias de mí cuando no estoy escribiendo.

Esta vez será para volver a aquel maravilloso rincón de París, que aún existe gracias a Dios, pero que entonces fue el único sitio donde pudimos conocer la luz en la oscuridad que nos rodeaba.

Con la ayuda de muchos de los que nos acompañaban, voy a contarla cómo fue. Sin trampa ni cartón, y exiliando las nieblas que cubrían las calles, ahora podemos relatar la verdad.


Los coros de entonces, ahora retumban con toda su fuerza en el teatro y la araña trae la ansiada luz. Trayendo el París entonces, su gente, porque después de todo esta es una historia sobre gente, personas que hicieron el momento.

El espectáculo puede ahora comenzar.



Épitre


Bienvenue a le Noire Rose Club.

Un cálido saludo de parte de nuestro patrón mientras se descorren las cortinas a su paso, revelando el lugar donde al ponerse el sol, los caballeros más distinguidos se juntan. Cuando París duerme, el barrio de Chaillot despierta con las luces del club.

Nuestro patrón está impaciente está impaciente por conoceros, Monsieur Pieu. Así pues, seréis más que bien recibido aquí donde os tenemos muchas sorpresas preparadas.

Os estaremos esperando en la Ave. Du Paul Doumer, bajo el símbolo de la rosa negra.


El amo le recomienda que se presente a las ocho de la noche, para tratar con usted asuntos de gran importancia.

Esperamos la estancia sea de su agrado y nos honre con posteriores visitas.


Atentamente.


"I am Fate who summons those who love
Only sea for all lovers to come
Seeking for its center, curled around in circle
Spinning like a murmuring and total rose.
"
Vicente Aleixandre. I am Fate


Dear friend:

In these many years since we saw for the last time, I´ve returned to the place where our imagination was the biggest mystery of our lives and that still pounds on the cobwebs, dust and darkness.

The instant, the operators lifted again the giant chandelier, I knew the time was right for taking away the shadows of our beautiful story.


No matter the distance or maybe you do not remember, now I write this after being at peace with the past years, with all those lies and mistakes. Now I can use the typewriter for more than just sending letters to the many fans who try to hear from me when I'm not writing.

This time will be to return to that charming area of ​​Paris, which still exists thanks to God, but which was then the only place where we knew the light in the darkness around us.

With the help of many who were with us, I will tell it how it was. No catches and exiling the fog that covered the streets, we can now tell the truth.


The choirs of back then, now resound with full force in the theater and the spider brings the desired light. Bringing Paris of those days, its people, because after all this is a story about people, people who made that instant.


The show can now begin.



Épitre



Bienvenue to the Noire Rose Club.

A warm greeting from our patron while the curtains are moved away on your way in, revealing where the sun sets, gather the most distinguished gentlemen. When Paris sleeps, the neighborhood of Chaillot wakes up with the lights of the club.

Our boss is is eager to meet you, Monsieur Pieu. So, you are more than welcome here where we have many surprises in store.

We'll be waiting at the Du Paul Doumer Ave under the symbol of the black rose.


The master recommended that you should be here at eight o'clock this evening, to discuss with you issues of great importance.

We hope your stay you will enjoy it and we honor with subsequent visits.


Sincerely.

0. 1905


Donde nos llegó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos
.”
Antonio Vega


Telón.
Esa protección necesaria antes de que se descubra toda la magia en estado puro. Un blindaje que no evita cierto aspaviento. ¿Gustará o será un fracaso? Mirar por este espejo a través de las cortinas es lo único que previene mi salto al vacío del pánico.

Entre el público se distingue de todo. Caras importantes, felices, adormiladas. El oficio del escritor es uno que deja al del torero en poca cosa pero me temo que eso jamás será un detalle del conocimiento del público. Una obra puede encumbrarte o condenar tu persona al olvido más absoluto, algo de lo que ni la misma muerte puede salvarte.


¡Ah! Ahí está Arthur. Nunca se pierde un estreno. Este escenario, el Duke of York's Theatre en el barrio de Westminster, ya le es conocido gracias al estreno el año pasado del Peter Pan de Barrie, un amigo común. Y esos de la cuarta fila son Bram Stoker y esposa, que si no recuerdo mal, responde a Florence. El inevitable autor de Drácula no podía faltar a la representación. Lástima que Irving ya no se encuentre entre nosotros aunque puede que hoy no le echemos en falta.

Suspiro.

Casi olvido que han pasado quince años de los hechos que inspiraron esta obra, y recordarlo me estremece. Hm. Muchos de los presentes son simples aristócratas de la City que nada saben del asunto. Mejor, aunque aparte de Arthur, me vendría bien algún viejo amigo.



Madame Price está mirando que hasta el último trozo de vestuario esté listo mientras siguen los ensayos y carreras propios de la antesala. Da igual. Nada de eso puede salvarme de mis recuerdos.

La campana.

La función va a comenzar. Me deslizo hasta mi puesto, evitando a toda costa la mirada de Charles Frohman, el productor de la obra. Esta noche es sólo para los espectadores, mi Rosa Negra y yo.


"Where we received imagination,
where with closed eyes
can be seen endless fields
. "
Antonio Vega


Curtain.

Such protection is necessary before discovering all the magic at its best. A shield that does not prevent a flailing. Gold or failure? Looking this mirror through the curtains is the only thing that prevents my leap in the dark panic.

The audience distinguishes itself from everything. Important faces, happy, sleepy. The job of the writer is one that leaves the bullfighter´s aside but I'm afraid that will never be a detail known by the public. A work may bring glory or condemn yourself to oblivion, something from which death can´t save you.

Ah! There is Arthur. Never misses a premiere. This scenario, the Duke of York's Theatre in the neighborhood of Westminster, is already familiar to him thanks to last year's premiere of Peter Pan by Barrie, a mutual friend. And those in the fourth row are Bram Stoker and wife, if I remember correctly, named Florence. The inevitable author of Dracula could not miss the performance. Pity that Irving is no longer with us but today may be he won´t missed.

Sigh.

I almost forgot that is been fifteen years since the events that inspired this work, and remembering them makes me shudder. Hm. Many of these are simple aristocrats of the City who know nothing about it. Better, although apart from Arthur, I could use an old friend.



Madame Price is seeing that every bit of clothing is ready while the rehearsals and racing are characteristic of the preview. It does not matter. None of that can save me from my memories.

The bell.

The function is about to begin. I slip to my place, avoiding at all costs the gaze of Charles Frohman, the producer of the play. Tonight is only for the audience, my Black Rose and me.


1. Viene un Caballero del Este (A Man from the East)


“El Squire Trelawney, el doctor Livesey y los demás señores me han encargado poner por escrito todo lo referente a la Isla del Tesoro […].

Tomo pues la pluma en el año de gracia de 17….”
R. L. Stevenson. La Isla del Tesoro.




Carta de L. Lasstrange a D.

3 de Mayo.

Mi muy querido amigo:

Escribo para comunicarte el éxito de mis últimas investigaciones, lo que garantiza que muy pronto, podremos llevar a cabo el plan previsto desde el verano pasado. Que yo consiga convencer a nuestro joven amigo es sólo cuestión de tiempo aunque no niego que todo esto no está exento de peligro.

Recomiendo prudencia durante los próximos días. Volveré a escribir cuando reciba confirmación así que, tendrás que excusarme ante los hermanos ya que me será imposible acudir a la reunión.


Sinceramente suyo.


L. Lasstrange.



Diario de Basil de Melk.
(Notas taquigráficas)


9 de Mayo. Mi año de estancia en Berlín está siendo sin duda, lo bastante tranquilo como para que me escriba en este diario todos los días. Mis gastos son pocos y los sobrellevo con ayuda de la fortuna familiar y de conferencias sobre mi país natal, Hungría. El piso está en una zona discreta y sólo romperé mi rutina hoy y mañana, cuando acuda a una demostración en Ámsterdam. No me incomoda viajar. Llevo recorriendo Europa y Oriente desde hace incontables años pero, empiezo a pensar que los envíos de tierra experimental desde Cluj van a acabar siendo sospechosos para alguien. Y como siempre me advierte mi mentor Wilhem, “la discreción es nuestro seguro de vida, jamás lo olvides.”

Aún así, no creo que vaya a necesitar más en los próximos meses. Tenemos un buen cargo en el sótano de la casa y dado que no he planeado más viajes en fechas próximas, puedo prescindir de las remesas y con ello, evitar ser descubierto.

Hoy estoy en el tren camino de Ámsterdam para así llegar con tiempo.

Una clase magistral en el quirófano de la facultad de Medicina es algo digno de verse, sobre todo cuando corre a cargo de uno de los más prestigiosos médicos del momento. Y aunque no es mi profesión, lo confieso, siempre he sentido curiosidad por estos temas y siempre estoy abierto a nuevos horizontes. Algo que Wilhem y mis otros colegas no entienden. Me insisten en que lo hago por puro morbo, para ver sangre brotar pero yo sé que eso no es cierto. Las universidades son templos del saber, lugares de peregrinaje obligatorio.

Hm. Creo que lo dejaré por ahora. El revisor podría ponerse suspicaz y eso no es bueno.



Más tarde. Nos acercamos a nuestro destino y sólo cabe cruzar los dedos para que Jan, mi cochero y mayordomo, pueda recoger el ataúd sin contratiempos. No hemos tenido problemas nunca pero conviene no relajarse. Un objeto como este jamás pasa desapercibido (Tal vez sea buena idea usar las cajas de tierra como propuso M. Lasstrange).

Minutos de tensión hasta que escucho aliviado como dan los golpecitos en la madera para indicar que todo va bien. Levanto la tapa y la luz un día gris en la ciudad de los canales me envuelve.


— ¿Problemas?

—Ninguno, amo. Los comentarios habituales sobre este tipo de traslados y el pago de costumbre— mi cochero sonríe y me ayuda a salir.
—Mucho me temo que tendremos que cambiar de estrategia, Jan. De otro modo, se acabará nuestra buena suerte— rehago mi peinado y aliso mi ropa con gran atención.
—Como guste el señor— instantes después, trae a Cesar, mi hermoso caballo blanco, y tras varios azucarcillos y palmadas cariñosas, lo enganchamos al dog cart que siempre llevamos con nosotros. Nuestro alojamiento se encuentra cerca de las facultades—. El desayuno tendrá que esperar, me temo. Mi contacto ha tenido ciertos problemas durante la recogida.
—Tranquilo, estoy acostumbrado— pese a mi aspecto de veinte añero, llevo siglos pasando por cosas así.

— ¿Qué sugiere que hagamos?

—Manda un cable a nuestro amigo. Le veremos en el hotel. Ahora nos conviene ponernos en marcha o llegaremos tarde a nuestra reunión.
—Excelente idea, herr Melk. Nuestros invitados no se merecen sufrir nuestras penurias.

—Exacto. Además, me apetece que Cesar corretee un poco. El viaje ha sido largo y se merece hacer ejercicio. Así tendré tiempo de leer los libros que compramos en nuestra última parada.
—Como guste. Así, pues— se coloca en el pescante y silba. Nuestro caballo no necesita más para ponerse en marcha hacia nuestro destino y eso me gusta. Odio tener que usar látigos y cosas parecidas.


Aprecio demasiado a Cesar para hacerle algo así.


Soy miembro de una de las más familias más antiguas e importantes del antiguo imperio austro-húngaro, de lo que se derivan tantas reuniones sociales. No es algo del todo de mi agrado pero son las labores propias de mi posición.

Jan, por fortuna, como mi cochero y mayordomo, siempre sabe cómo hacérmelas más amenas. Hoy es una reunión de profesores, estudiosos y rectores que están interesados en mi tierra natal, su historia y literatura. Son encuentros llenos de poco contenido ya que la conversación gira en torno a la marcha de las siete facultades y eso no me concierne.

Nuestro contacto llega a la hora acordada y yo disfruto de mi primera comida mientras mantengo una fascinante conversación en alemán con el profesor de poesía. Siempre me he divertido con este tipo de cosas, quizá demasiado.


Jan trae una tarjeta en su bandeja de plata. Esto promete.





Un médico holandés con varios títulos universitarios. Eso no se ve todos los días y se merece una atención especial. Jan señala entonces con la cabeza al caballero que se la ha dado y yo me veo en la obligación de corresponder a nuestro convidado, aunque detecto cierto temor en la mirada de Jan, algo muy inusual y siempre justificado.

El caballero no se altera al observarme, apenas pestañea. Sus ojos azules me examinan de arriba abajo, dejando muy claro que ha visto algo que todos han pasado por alto. Su sola presencia ya es un peligro y sin embargo, se mantiene indiferente. Empiezo a creer que Jan no anda desencaminado.


— ¿Disfruta del encuentro?
—Uno siempre disfruta cuando así lo hace el público— buenos reflejos. Le he hablado en alemán y así me ha respondido. Leve sonrisa antes de seguir—. Pero usted, es el que más goza sin duda.
—Si se refiere a las compañías, hoy sólo he tenido una conversación interesante.
—No lo pongo en duda. Pero me refería a eso que usted ya sabe— alza una ceja.
—Ya he comido, herr doctor. Al contrario que mis colegas, repudio las bacanales de sangre. Estoy aquí como estudiante, como científico.
—De acuerdo. Entonces le ruego acepte si le invito mañana a mi despacho de la facultad tras la clase magistral, ya que supongo, mein kinder, que usted está aquí por eso.
—Sí, y acepto gustoso su invitación.
—Sehr gütt. Es usted un buen muchacho. Y ahora, si me disculpa, tengo asuntos que atender.


¿Quién será este personaje que ha sido capaz de ver mi verdadera naturaleza? ¿Es amigo o enemigo?

Jan se mantiene en silencio pero sigo viendo aprehensión en su mirada. ¿Por qué le espanta?

Lo mejor es no mencionarlo más. La noche la pasaré en el ataúd.

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